3 de octubre de 2013

Breaking Rules

Al acabarse Breaking Bad he notado dos cambios de paradigma radicales, cada uno a un extremo de la cadena autor-espectador:


1) No hay absolutamente ningún reparo reconocer que se ha descargado Breaking Bad de una emisión americana. Puede haber debate sobre si es ilegal o no, pero nadie tiene ningún problema en decir que lo ha visto, y si lo ha visto en España es casi imposible que haya sido de otra manera. Con Lost aún había reparo. Con Breaking Bad no queda nada de él.

No me sorprendería tanto si no se hubieran apuntado a esta moda de comentar la serie todos los medios y, sobre todo, muchos profesionales del sector. No he seguido toda la repercusión que ha tenido el final en los medios españoles, así que no puedo garantizar que nadie haya soltado un mínimo reproche, o que haya justificado un acto que quizá juega en su contra, pese a que las descargas de internet sean un tema recurrente en cuanto se les olvide que se han bajado Breaking Bad.


2) Los autores explican la serie. Están haciendo poco menos que audiocomentarios en tiempo real. Hablan de lo que querían representar, las alternativas que tuvieron en cuenta, los simbolismos, las referencias, anulando casi por completo la necesidad del espectador de atar cabos. Si no has pillado una escena, te la explican en Talking Bad, que es el programa que se emite justo después. Si te cabe una duda sobre cómo interpretar un comportamiento inesperado, te lo cuenta tal cual un guionista, un director, un actor o un productor ejecutivo. El director de Ozymandias hasta grabó un audiocomentario para un podcast de fans 24 horas después de que se emitiera.

Su único límite para hablar de la serie eran los spoilers. Creo que nunca antes de Breaking Bad los autores habían explicado su obra con esa falta de prudencia, como si no se bastara por sí misma, o como si el espectador se conformara con ella. Las discusiones de los foros sobre qué quería decir tal personaje o qué pretendía tal otro quedan zanjadas por una declaración oficial. Si estás leyendo esto es exactamente por esa misma insaciable sensación de querer más serie cuando ya no hay más, ya sea discutiendo, teorizando o leyendo lo que discuten y teorizan los demás. Y lo único que consiguen los autores al hacerlo ellos es empeorar su trabajo: desaparecen dobles sentidos, se borra el misterio, las obras complejas de alguna manera dejan de serlo.



Dicen que Breaking Bad ha cambiado la manera de hacer series. Pero tal vez lo que ha cambiado ha sido todo lo demás.