11 de mayo de 2007

Siempre ha habido clases

Tras casi un mes desconectado del mundo virtual, me disculpo con una anécdota del Mulá Nasrudin.

El Mulá Nasrudin es un personaje mítico para el mundo árabe. Existió, allá por el siglo XIII, y fue un filósofo peculiar que rebosaba ironía por los cuatro costados. Con el tiempo sus anécdotas se han ido multiplicándose hasta el punto de transformarse una muletilla del peculiar humor de su cultura que podríamos comparar con Jaimito en la nuestra o Till Eulenspiegel en Alemania, y eso salvando unas distancias muy grandes en cuanto a repercusión y calidad. Sirva de referencia que El ladrón y el zapatero arrancó como un proyecto sobre los cuentos que circulan sobre él.


Cuenta una de las anécdotas del Mulá Nasrudin que comenzó a pensar en dar con la esposa perfecta.

"Pero Nasrudin, quédate con ésta, con lo guapa que es", le decían.

"Sí, pero no es muy lista."

"¿Y la hija de Omar, el mercader?"

"Tiene las orejas grandes."

o "le falta peso" o "es demasiado baja". La mujer perfecta no aparecía. Así poco a poco se fue obsesionando, hasta el punto de iniciar una búsqueda de barrio en barrio, luego de ciudad en ciudad, y por fin de país en país.

Tras varios años de viajes regresó con los suyos. Solo.

"Ya te dijimos, Nasrudin, que la mujer perfecta no existe."

"O, sí que existe, la encontré. Escultural, de rostro bellísimo, culta, inteligente, amable, intuitiva, servicial..."

"¿Y dónde está?"

"Ay de mí. Resulta que ella estaba buscando al hombre perfecto."



Cuenta otra leyenda, esta vez reducida al entorno de antiguo mi colegio mayor, ese miniuniverso, que alguien resumió toda esta reflexión en una sola frase, borracho perdido, a las 5 de la mañana durante una fiesta:

"¿Por qué me haces la cobra, si tú eres más fea en tía, que yo en tío?"

1 comentarios:

javierdebe dijo...

ajajajaja
Frase genial!!!
Me la apunto con su permiso por si, llegado el momento, tengo que ponerla en práctica en la vida real!

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