7 de septiembre de 2007

Propuesta Creación Palabra

La lengua está viva, más que algunos miembros de la Academia. Pese a sus esfuerzos por mantener el idioma lo menos acorde posible con su tiempo, ya prácticamente nadie escribe sobretodo separado, sólo por el hecho de que el Word tenga memorizado un sustantivo que significa "gabán ligero". Y a medida que surgen las prisas y los textos se reducen a 140 caracteres de mensajitos o twitters, o que paulatinamente la linealidad de los mensajes desde el IRC hasta el Messenger haya sustituido las comas y los puntos por nuevas líneas, o que la gente empiece a cuestionarse los inicios de admiraciones e interrogaciones, la gente comete errores distintos, se ha olvidado de otros, y algunos se conservan. Y hay una palabra, por encima de cualquier otra, que no existe y debería existir.

La afirmación "sí" se distancia de la cojunción "si". El pronombre "mí" lleva tilde para diferenciarse del determinante posesivo "mi". Y eso es muy útil, porque cuando alguien dice "mí" o "sí", o "él", le sale la tilde sin más, la escribe con ganas. Pero los idiomas tienen mucho de artístico y de popular, es decir, no son perfectos, por ello existen corrientes que empujan una y otra vez al mismo error, como ésta.

¿Por qué ti no tiene tilde? Porque el posesivo es "tu", que ya se diferencia del "tú", que también nos sale con tilde cuando lo queremos escribir. Pero el idioma nos roba el énfasis, y cuando acalorados queremos acentuar el "ti", nos dicen que nos hemos equivocado. Qué injusticia.

Propongo crear la palabra "ti". Pero tiene que significar algo vulgar, algo vacío, algo que nunca queramos recalcar. Hay que crearla para olvidarla. Propongo que todos juntos inventemos una palabra poco importante, sacrificable, para que el "ti" de la segunda persona tenga que separarse del "ti" vacuo por necesidad y convertirse el la tilde que todos queremos poner. Vamos, lo contrario que con el té.

¿Por qué a mí, sí? Porque a ti, no. Qué egoísta es el castellano.

Y ahora, disfruten de la película:

10 comentarios:

Diego Rodriguez-Vila dijo...

Este corto por sí solo casi me ha reconciliado con el cine español.
Gracias mil veces.

Anónimo dijo...

Qué grande que es Jorge Izquierdo. Sin lugar a dudas, un corto buenísimo.

¿Por qué siempre metes una parrafada insustancial en tu blog para justificar posteriormente la inclusión de un video que te gusta?

Saludos.

thehardmenpath dijo...

En este caso concreto la parrafada insustancial IBA A SER el post entero, pero en el último momento se me ocurrió mirar si Jorge había subido el corto a Youtube.

De cualquier modo creo que algo de miga sí tiene lo que propongo, pero está claro que el corto, para mí una obra maestra, convierte en insustancial cualquier prefacio que se le pueda dar.

Anónimo dijo...

Jajajaja. ¡Qué grande que eres hardme! Lo de insustancial era un poco de coña, sólo lo he puesto para tocar un poco los huevos.

Por cierto, qué pena que no hayas ganado nada en el Escorto. Bueno, conociéndote seguro que no tardas en hacer de nuevo algo genial para lo que toque próximamente.

Saludos.

thehardmenpath dijo...

Pienso utilizar una técnica de probada eficacia a lo largo de la historia del cine: Ganar con una obra más larga y peor.

Karnaugh dijo...

Buen corto, sí señor.

Y yo también siento que su corto no ganase. Pocas veces me he divertido tanto en tan poco tiempo.

Anónimo dijo...

Bueno, me entero por aqui que no hemos pillado nada en Escorto. Siento no haber llamado pero la resaca me duró hasta hoy. Supongo que lo pasaríais como es debido. Lo próximo... "Tú a N.Y. y yo a L.A." el documental. Que se prepare el gran público.

Anónimo dijo...

Pues a mí el "ti" con tilde me choca muchísimo cuando lo veo, casi tanto como un "ahí" sin ella.

En lo que sí estoy de acuerdo es en robarle la tilde al té para ponersela a... ló qúé séá.

Ra está en la aldea dijo...

Pues ahora que ya no hace falta ni siquiera acentuar los qués ni los cómos para distinguirlos de los ques y los comos... ¿Dónde/donde vamos a llegar?

Anónimo dijo...

Gracias por recomendar el corto. Es delicioso. Una gran lección y crítica al sistema educativo que tenemos.

El exceso de pedagogía también es malo

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