Me enorgullece utilizar este blog para dar una oportunidad a lo que más aqueja los medios tradicionales: Espacio y tiempo. Y qué mejor tema para esta ventaja que una entrevista con Nacho Vigalondo sobre su película Los cronocrímenes.
Con Choque te pusieron a parir muchos que te tenían ganas. Hacer un corto después de 7:35... ¿fue una estrategia para que Los Cronocrímenes no evolucionara a la sombra de la nominación?
No, por todos los santos. No soy tan calculador ni estratega con mi carrera. Uno de mis grandes impulsos para hacer Choque, un viejo guión, era la necesidad de filmar algo complejo a nivel de puesta en escena, pero que no contase con el apoyo de ningún truco de guión, ningún giro sorpresa, ninguno de esas cartas bajo la manga que, para bien o para mal, siempre he acabado sacando. Que emocionalmente estuviese delimitado por la realización, en el estado más puro posible. Soy un gran devoto del cine clásico, y tenía que retroceder hasta ese punto, quizá para legitimarme algún día si quiero volver a sacar la chistera con el conejo. Supongo que para mí ha sido como un rito de iniciación, incluso más que 7:35 de la mañana.
Cuánto hubo de suerte en que te produjeran los Scott y por qué no me están produciendo a mí.
Fui a la oficina gracias a Group Films, la productora española para la cual realizo publicidad. Y una vez allí, todo el trabajo lo hicieron nuestros dos cortos en cine y el guión de "Cronocrímenes". Lo bueno es que, al margen de que estén detrás de la película, se está gestionando mi contrato como realizador de publicidad en Los Ángeles. Todo es muy halagador, pero estaría completamente loco si no pensase que la suerte ha sido clave en todo esto.
¿Cuándo empezaste a darle vueltas al guión de Los cronocrímenes?
El punto de partida de mis proyectos siempre es abiertamente chorra. Pero no los desarrollo hasta que empiezan a coger cuerpo dramático. En Choque, por ejemplo, lo que primero me seducía era hacer cámara car desde un coche de choque. Aquí, casi como ejercicio privado, me propuse hacer una historia intrincada de viajes en el tiempo, con escasos desplazamientos temporales y espaciales. Como esa escena de Regreso al Futuro 2 en la que Michael J. Fox tiene que esconderse de su “yo” futuro escondiéndose como en un vodevil. Bien, pensemos en un viaje temporal de una hora, y uno espacial de tan sólo 1 kilómetro. ¿Qué pasaría si toda la película se moviese dentro de esos límites? Hace años, cuando aún el guión no estaba escrito, me imaginaba que el primer viaje en el tiempo fuese en el primer plano. No he tenido tantos cojones.
Vas por la novena versión del guión... ¿Tienes ya todas las piezas que faltan?
Con cada versión del guión que terminas, crees tenerlas todas. Pero es como dejar el cartón de leche abierto fuera de la nevera. A los diez días lo hueles y... Bueno, quiero pensar que esta es la definitiva. Aunque cada vez que leo el guión, y cuando digo cada vez me refiero a “cada vez”, cambio algo.
Viéndote trabajar, me asusta el engranaje al que te enfrentas. No ya en cuanto a lógica temporal, sino porque resuelves problemas de planificación a través de aportación de datos tremendamente relevantes, teorías temporales tienen que estar enlazadas con las personalidades de los protagonistas... ¿No te estalla la cabeza?
Cuando leo el guión a estas alturas me sorprendo a mí mismo al haber llegado a este punto. Ha habido momentos realmente duros y desesperantes. Con las máquinas de escribir, teníamos la visceralidad de arrancar el papel, hacer una pelota y arrojarlo al suelo. Con los portátiles, el desengaño sólo se ve apoyado por el aséptico seleccionar + borrar. Si algún día soy millonario, tendré a mi derecha una vajilla y un martillo para cada ocasión en la que mis guiones lleguen a un punto muerto.
¿Cuántas horas dedicas al día a la película?
Digamos que no pasa una hora al día en la que al menos no piense en ella una sola vez. Otra cosa es que tenga el portátil a mano.
¿Y tu punto preferido de la historia a qué se acerca más, a una aportación a la ciencia ficción, a los personajes, un giro determinado, un plano? ¿Todo junto?
Voy a ser ambicioso hasta la náusea y voy a contestar que mi punto preferido del guión abarca esos cuatro aspectos que has señalado. Si triunfo o fracaso estrepitosamente, será en función de ese momento. Gracias a dios, en cualquier caso, está en la segunda mitad del guión.
¿Qué nivel de esta complejidad técnica va a trascender para los espectadores?
Lo maravilloso sería que el espectador no percibiese complejidad alguna en negativo. Es decir yo, como director, soy el que sube la escalera, pero es el espectador el que se desliza por la rampa del tobogán. No creo que el espectador deba ser tomado por idiota, en el sentido de que todo lo que le cuente lo deba yo masticar por él, pero hay que buscar un punto intermedio entre desafiarle con lo que está viendo y masajearle los hombros a la vez.
¿Cuántas dimensiones tienen tus personajes?
Cuántas, eh... No sé ¿Cuántas dimensiones tienen las personas? No tengo ni idea. Supongo que jamás lo he contemplado en ese sentido. No me considero un diseñador de personajes complejos, sino de situaciones complejas en las que los personajes van creciendo (o menguando) por sí solos.
Olvídalo, era un chiste malo sobre personajes planos y el tiempo como dimensión. Una vez terminado el guión, cuál es el siguiente gran problema al que te vas a enfrentar.
Las localizaciones. Quiero que la película se pueda rodar en localizaciones naturales, y dar con las que el guión requiere (algunas realmente específicas y extrañas) va a ser todo un reto.
¿Y a qué tienes más miedo de todo lo que se avecina?
A todo. Pero intento que el pánico sea una herramienta de trabajo más.
De hecho, creo que tu obra más autobiográfica hasta la fecha es la parodia de 24 que hiciste para La hora Chanante.
Mierda, me estás taladrando, al estilo Quintero. Hace tiempo bromeaba con la posiblidad de que hubiese una versión española de 24. El único argumento creíble para contar 24 horas de pánico continuo es llamar a la serie: "PAPELEOS" y contar las últimas 24 horas que tiene un ESPAÑOL para arreglar toda la documentación y pedir una subvención antes de que acabe el plazo.
Hombre, a mí me encantaría ver a Bauer y a Chloe, su ayudante informática, hace 9 años, en los albores de internet, intentando conectarse con el servidor de la UAT y que se oyera el modem tecleando los números mientras vemos el cronómetro dejando pasar el tiempo. Y ellos, parados, presas del estrés.
Imagínalos en una fotocopistería, esos sitios increíbles donde hay cuatro personas más que en una carniceria y todo sucede cuatro veces más despacio.
Regreso al futuro (y casi cualquier otra) destaca los relojes en su primera imagen. ¿Estará loco tu personaje mirándose el reloj de pulsera?
Te voy a contar algo que no sé si debería contar, en esta película no hay ni un sólo reloj. Ni siquiera referencias puntuales al minuto o segundo que es en cada momento.
La producción de Los Cronocrímenes. Castellano o inglés, por qué.
Castellano. Mentiría si dijese que la decisión última es mía, pero estoy satisfecho con que la película sea en mi idioma.
Hay que superar de una vez el autodesprecio que hace que entendemos que “Time Machine” suena mejor que “Máquina del tiempo”. Supongo que si la película es buena o mala, lo seguirá siendo en cualquier idioma.
¿Podemos saber los actores que se barajan?
Lamentablemente, la única presencia que está más o menos segura es la mía, en un papel secundario del que sólo puedo decir que tendrá mucho que ver con mi labor como director. Llevo ya tiempo ensayando muecas y brincos.
¿Va a tener el rodaje alguna característica especial?
Me encantaría que fuese un rodaje zen.
¡Lo sabía! Sabía que en el fondo las composiciones de Kubrick te gustaban.
¡Jajajaj! No, no, por dios, no. Lo mejor y peor del estilo de Kubrick es que empieza y acaba en sí mismo. Imitar las composiciones de Kubrick es como imitar a Chiquito de la Calzada: Quedas tan estigmatizado por la imitación que anulas cualquier otra extensión de tus intenciones. Es más práctico plagiar el estilo de autores más intrincados como Siegel o Clouzot. Pero claro, a esos es mucho más complicado imitarles. Kubrick, para lo bueno y para lo malo, insisto, es Kubrick a grito pelado.
Con lo del rodaje Zen me refiero a que sería maravilloso poder invertir presupuesto en mayor tiempo de rodaje, para poder filmar más despacio, con más detalle y más precisión, aun teniendo un equipo más reducido de lo normal. Además, un ochenta por ciento de la película serán exteriores. Todo va a ser muy delicado. Desde hace semanas, un cambio de tiempo brusco me hace sudar frío.
Quizás sea adelantar acontecimientos, no lo sé, pero voy a hacerte esta pregunta antes de llegar a la fase de montaje: ¿Crees que tu estilo ya está formado a través experiencias como Choque? ¿Vas a abordar el rodaje de manera distinta?
Hombre, te diría algo aburrido como que "cada película te evoca algo distinto, blah, blah, blah" pero la verdad es que me gustaría que dentro de diez años se pudiese definir mi estilo con cinco adjetivos bien específicos. No sé si me mantendré muy fiel al estilo de CHOQUE pero ese es el estilo que a mí me gusta, con sutilezas de tres pisos, pero con groserías como los encuadres forzosamente teatrales, las pausas monumentales o las entradas y salidas de plano llevadas al extremo.
Me encanta que en una película de Gaspar Noé haya un zoom digital cuando alguien recibe una mala noticia, pero también me encanta la riqueza compositiva del cine clásico: En una película de Terence Fisher tienes diez elementos en pantalla, todos moviéndose en diferentes direcciones y sentidos, y acabas teniendo la sensación de que has visto un montaje de varios planos, cuando en realidad todo ha sido un plano secuencia con la cámara prácticamente inmóvil.
¿Cuándo crees que podremos verla?
Ojalá la primavera del 2007.
Una cosa que he echado de menos en tus anteriores trabajos es el making of visual, te reduces a colocar a Samuel Baldeón en una esquina y dejarle que anote todo lo que pasa. ¿Permitirías un making of para todos aquellos que se mueren de ganas de ver el rodaje de los cronocrímenes?
Eh, esto... Imagino que sí, aunque supondrás que el Making Of no es de mis géneros favoritos. De todas maneras, me adaptaré a los fetichismos de la vida moderna. Aunque será un making of para ver después de la película, en el DVD. No creo que vean ningún Making On en ningún canal a las tantas de la madrugada, más que nada porque, de momento, ningún canal de televisión generalista ha querido comprar la película.
Una pregunta indispensable: ¿Cuál es tu viaje en el tiempo preferido?
Curiosamente el viaje en el tiempo del que más me acuerdo ahora es el de “Las puertas de Anúbis”, una combinación de TODAS las posibilidades que da el género de viajes en el tiempo, desde el viaje en el tiempo como a un viaje a lo desconocido, hasta los enredos imposibles llenos de paradojas. Curiosamente tiene más de una conexión con ese episodio de Futurama en el que los protagonistas viajan a los años 50, y unos regresan al futuro gracias a una artefacto, y otros... esperando.
Precisamente ese episodio ganó un Emmy; es del que más orgullosos están sus creadores. Por su parte, la película preferida de Carl Sagan era Regreso al futuro 2. ¿Qué crees que opinaría de ésta?
Regreso al futuro 2 sería la película más inaudita de todos los tiempos si no existiese ni la uno ni la tres. Lo he pensado más de una vez. Bueno, creo que Carl Sagan no me iba a dar un puñetazo en la cara por ésta.
¿Estaría de acuerdo con tu forma de ver los viajes en el tiempo?
No sé si me estoy saltando cinco leyes físicas por la torera, pero el desarrollo de los acontecimientos sigue una lógica absolutamente racional.
Me produce una gran insatisfacción la narrativa fantástica que se apoya en la no definición de reglas para excusar cualquier cosa. Me estimula más plantar las cartas sobre el tapete y decirle al espectador “Vamos a resolver este embrollo, pero sólo contamos con esta mandarina y este reloj de cuco”.
¿Qué problemas predominan en las historias de viajes en el tiempo?
El principal problema es su público. El público que hoy en día quiere ser desafiado con historias de este tipo está curado de espanto. Pregunta a cualquier fan de LOST su propia teoría en torno al enigma de la serie y seguro que el argumento que ha imaginado es más sofisticado que cualquier película estrenada en los últimos cinco años. Tienes la obligación de ir dos pasos por delante. Lo duro de todo esto es que tienes que tomar ventaja sin perder de vista al público que tiene todo el derecho del mundo a salir del cine sin que explote su cerebro. La película tiene que ser divertida y sencilla pero a la vez desafiante y sorprendente. ¿Qué te parece?
Una cosa que me gustaría ver en algún viaje en el tiempo es una versión lineal de lo que ocurre. ¿Existe alguna?
Hay alguna, pero ahora mismo no la recuerdo. De todas maneras, piensa que la linealidad más preciada es la emocional, o sea, la de un personaje. Y en un relato de estas características, el personaje con el que vamos de la mano es el que se mete en la máquina. Con todo esto, sí, sería interesante ver "12 Monos" desde la perspectiva de Madeleine Stowe, por ejemplo. Pero más como curiosidad que como un valor en sí mismo.
Te gustará saber que he remontado copias del guión en función del actor que lo va a leer. Algunos personajes merecen ser estudiados según su propia linealidad, distinta a la del personaje principal, por eso remonto las secuencias ¡Y la película resultante en cada caso es inaudita!
...¿Seguro que es buena idea? Fijo que Shane Carruth hizo lo mismo con las copias de trabajo de Primer...
Para un actor es más importante saber todo lo que le pasa a su personaje, en un orden natural de acontecimientos, que en el orden en que aparece en la película. Me juego el cuello a que John Travolta estudió su papel para Pulp Fiction en un orden cronológico.
Un par de imprescindibles: ¿Qué diferencias habría en la película si la escribiera Charlie Kaufman? ¿Quién ganaría en una reunión del club de la lucha?
Si la escribiera Charlie Kaufman el casting sería otro... Al menos mi personaje lo interpretaría alguien con más solera.
En el club de la lucha creo que ganaría yo. No por mis facultades para la lucha libre, más bien tristes y delimitadas por el flato, sino porque Kaufman parece más frágil que el villano de EL PROTEGIDO. Creo que es prácticamente el único valor de Hollywood que puede ayudar a que el cine de dentro de cinco años sea distinto al que se hace ahora. Mi única pega personal con sus películas es que sus conclusiones, o desenlaces, no siempre están a la altura de las elevadísimas propuestas de sus películas.
Y... ¿Qué Scott prefieres?
Puedo afirmar sin rubor que Alien es mi película favorita, pero soy de Tony. De Tony.
Para acabar, recomiéndanos historias de viajes en el tiempo que no suelan venir en las listas normales.
Tampoco voy a sorprender a ningún aficionado a la ciencia-ficción. La madre del cordero de los relatos en el tiempo son los cuentos "A vosotros, Zombies", de Robert Heinleim, y "Los hombres que asesinaron a Mahoma", de Alfred Bester.
El primero es el ejemplo más morrocotudo de relato de viajes en el tiempo con lógica estricta. Y el segundo es una maravillosa e inteligentísima salida por la tangente. Pero la lista es interminable. Ahora me acuerdo de K.Dick "El Informe de la minoría", muchísimo más complejo y enrevesado que "Minority Report". El hecho de que lo que viaje en el tiempo no sean las personas, sino la información, lleva al relato a unos extremos realmente escalofriantes.