24 de febrero de 2014

Referentes de Operación Palace

Operación Palace, el falso documental que muestra un punto de vista imposible sobre el golpe de estado del 23F, se emitió ayer y fue líder de audiencia. A mí ya me olía a fake, y casi todos se dieron cuenta en los primeros minutos. Lo que más me sorprende es que, si alguien se da cuenta de que es falso, se ofenda porque sea falso.

La gente está hablando con mucha sorpresa, como si fuera algo inédito, cuando en realidad el falso documental es un formato maduro desde hace décadas. Y mientras la gente no para de opinar, a mí no me han dejado de venir referentes a la cabeza, así que creo que está bien indicar algunos.

  • La guerra de los mundos (1938) de Orson Welles. Retransmisión radiofónica que en España Luis del Olmo convirtió en tradición anual, por cierto, para celebrar el día de la radio.
  • La verdadera historia del cine (Forgotten Silver, 1995) documental de Peter Jackson.
  • CQC estuvo allí - Falso reportaje, también del 23F del primer Caiga Quien Caiga español, en tiempos de Wyoming. Juanjo de la Iglesia se integró en imágenes de archivo con la tecnología de Forrest Gump, que en esa época tenía bastante mérito. 
  • Operación Luna (2002) documental del canal Arte en el que Jordi Évole reconoce que se inspiró para hacer Operación Palace. Además de la similitud en el título, hay muchos puntos en común en la estructura y las ideas que conforman el argumento.
  • La coronación de Eduardo VII (1902) de George Méliès. Como la Corona no permitió el que plantaran un cinematógrafo en medio de la sala, se repitió la ceremonia más tarde con actores. Sí. En 1902 ya se hizo un falso documental. 
  • Nanuk el esquimal (1922) de Robert Flaherty. Mucho se ha discutido sobre este documental. Uno de los rumores más repetidos es que los rollos de película se perdieron en el barco de vuelta y Flaherty volvió y repitió las escenas tal y como las quería.
  • Cualquier película de archivo del desembarco de Normandía (1944?). Por lo visto el océno también se tragó los originales del desembarco y todos los retales de películas que aparecen en todos los documentales proceden de otros desembarcos, pero no el del día D.
  • El documental de los cangrejos gigantes en el fondo del mar (mediado de los 90). En la 2 se emitió una serie de documentales españoles de unos 20-30 minutos, si no recuerdo mal, sobre temas muy variados. Uno de ellos trataba sobre una sociedad secreta que compraba cuadros a autores prometedores y los vendía siglos después, es decir, se lucraban con inversiones a muy largo plazo. Otro hablaba de unos cangrejos gigantes que estaban en el fondo del mar, mutantes surgidos de de pruebas nucleares. Puedo asegurar que este documental era falso, aunque basta buscar en google para toparse con mucha gente que tiene un vago recuerdo y cree que era cierto. Puedo constatar que eran falsos porque uno de los autores era amigo de mi padre. Incluso editaron un pequeño libro con los guiones que he llegado a tener en mis manos. Pero como mi padre ha muerto y el libro se perdió en un incendio, no puedo aportar pruebas. Sí puedo decir que fue un trabajo monumental de documentación donde había mucho componente de verdad, datos y fechas, mezclados con mucha imaginación e imágenes de archivo. ACTUALIZACIÓN: La serie se llamaba Páginas ocultas de la historia.
  • La entrevista de Jordi Évole a Pedro Ruiz (2009). Parece mentira que la gente se sorprenda de que Jordi Évole gaste una gran broma hoy, cuando lleva haciéndolo desde que hacía de falso miembro del público en el programa de Buenafuente. Lo mejor que tiene el Follonero es que es un descarado, y el precio que tenemos que pagar para que sea descarado con gente que nos cae mal es que alguna vez tiene que serlo con nosotros.
Quedan muchos más ejemplos, muchos de ellos recientes y de moda hace poco, pero esto es un ejercicio de memoria más que de documentación. Hay muchos documentales falsos que eligen ese formato porque necesitan un factor de credibilidad que una película al uso no daría o ya está agotada (Cloverfield). Otros intentan contar algo que sería perfectamente posible, pero se inventan un ejemplo para contarlo desde el punto de vista más interesante (Catfish). Y no incluyo documentales como la disección del alien de Roswell u otras patrañas conspiranoicas.

A mí el concepto me atrae en sí mismo, porque con los años me he convertido en un escéptico terrible. Me cuesta asimilar que la gente proteste por una mentira en un canal, cuando en el de al lado están emitiendo Cuarto Milenio. El juego de convenciones que lleva a protestar por uno y no por otro es complejísimo.

Hace tiempo grabé ¿Quién está ahí?, un corto documental sobre la audiencia en televisión. El aspecto del documental es aséptico. La voz del entrevistado es una impostación de locutor. Y me han llegado a parar por la calle para preguntarme era de verdad. Lo es. Ese audímetro es de verdad. La voz de Peter Griffin fue solicitada expresamente por el mismo entrevistado y estuvo presente en la grabación de audio para que no se pusiera una palabra equivocada en su boca. El audímetro está grabado en funcionamiento y todos los datos que aporta el entrevistado son correctos. Pero... ¿por qué vas a creerme? ¿Soy yo más creíble que mi trabajo? ¿Cambia algo si te lo cuento mirándote a los ojos?

Eso es lo que hacen los políticos en Operación Palace.

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