El peor programa que jamás he visto
Hoy tiene lugar la gala de entrega de premios de la Academia de Televisión. Irónicamente, no la podremos ver emitida. ¿Por qué? Hace un año exacto tuve el privilegio de ver la edición anterior, que posiblemente sea el peor programa jamás emitido en España; había tal avalancha de desastres encadenados que en un corte publicitario no pude evitar la tentación de dejarlos para la posteridad, porque no creo que salga nunca en dvd (aunque lo compraría, sin duda). Luego vi que me atropellaban los acotecimientos y seguí redactando en tiempo real. Transcribo aquí con correcciones menores lo que en su día plasmé apresuradamente.
Veamos. Las galas de entregas de premios no suelen salir bien en este país. Los Oscar han convertido este tipo de eventos en el clásico Quieroynopuedo Español. Lo sabemos. Cuando vemos estas intentonas, no nos sorprenden problemas con micrófonos, baterías que llegan tarde y denotan el playback, ese tipo de cosas. Pero esta noche, ahora mismo, están retransmitiendo lo que para mí es lo peor que podía salirles: La entrega de los premios de la academia de la televisión.
Si bien la he pillado empezada, no puedo decir que conozca exactamente de qué va. Tampoco es demasiado importante, como toda la gala en sí, pero creo que hacen un juego de palabras con "La tele del Olimpo" y "La tele de lo limpio". Vamos, un juego de palabras muy al estilo de Salas y Summers en sus anuncios del Olimpo de los Diesel. Si no me equivoco, Salas sigue siendo presidente de la academia, por lo que el rollo era predecible. Pero a mí me parece una referencia directa y desagradable a Summers, que sigue en el hospital. (había tenido un infarto poco antes, del que acabó saliendo bien parado) Los chistes que he visto hasta ahora son nefastos. No he oído al público reírse más que una vez, con una evidente improvisación de Florentino Fernández, que ha llevado al equipo de Splunge para cantar a capella parafraseando a Demi Ruso, hablando de Triqui, el exmonstruo de las galletas.
La mitad de los micrófonos no han funcionado en lo que va de programa. Presentadores que tienen que hablarle al pecho de las presentadoras, Ramón Arangüena repitiendo tres veces sus chistes sin gracia, asustándose al ver subir a un regidor que le daba un micro bueno, para producir menos gracia todavía, cuando por fin le oíamos nosotros. Durante unos veinte minutos se han oído constantes conversaciones en segundo plano de personas que no estaban en plató, incluyendo tacos y reacciones a lo mal que estaba saliendo todo.
De fondo hay una gigantesca pantalla de díodos en la que el Premio Sin Nombre de esta ceremonia (para muchos el Pirulo) se mueve constantemente para que parezca que habla cuando una voz en off intenta improvisar soluciones. Lo peor de todo es que parpadea y la mitad de los planos del escenario son desagradables a la vista.
Buenafuente ha ganado el premio al mejor comunicador, luego tenía que presentar un premio y no le han encontrado. Han tenido que improvisar el diálogo pre-entrega, con la voz en off del pirulo.
La necesaria copia de las innovaciones en los Oscar de este año se ha visto plasmada en dos acciones: una, todos los nominados suben al programa en directo antes de recibir el premio (en Los Angeles lo usaron para ahorrar el tiempo de la subida al escenario), otra, ir a entregar los premios a los propios asientos (ahora los presentadores encima tienen que improvisar diálogo mientras van por las butacas).
Unas cinco veces hasta ahora, diálogos y agradecimientos de los premiados se han visto interrumpidas por músicas de librería que no venían a cuento.
Creo que ha sido Gonzalo Ferrari quien ha felicitado al recibir un premio al guionista de la gala. El público ha sonreído con mala leche en ese momento.
Acabo de ver a Fernando Tejero sentado en una butaca con un gran papel en el respaldo: Reservado para Vaya Semanita. Genial.
Acaban de llamar a Miguel de la Quadra Salcedo para darle un premio a su carrera y en lugar de él ha salido quien se lo tiene que entregar. La voz en off ha dicho "Vaya...".
Vaya.
Bueno, y cuando quien se lo tiene que entregar llama otra vez a Miguel de la Quadra, resulta que él mismo se sorprende de que no esté para recibirlo. Le ha dado un brote de malaria y tiene que estar fuera del país.
Durante la entrega del premio al sustituto de Salcedo, más mal gusto improvisado, un "recordemos a alguien que no nos puede recordar, Adolfo Suárez" totalmente fuera de lugar.
Interrumpiéndoles en este gran momento tan mal llevado, llegan unos disfrazados de heladeros gritando "que te han pillao con el carrito del helao", y han llevado un pastel gigante del que ha salido Lucrecia (voz en off del pirulo, por cierto), para cantar Happy Birthday al estilo de Marilyn, bueno, más o menos. Qué mejor después de eso que poner un anecdotario con los periodistas de guerra que se han muerto (lo deduzco, porque no han dicho nada). Y de golpe y porrazo, saltan a publicidad con TANTA puntería, que no sabes si Juan Carlos Gustems, el vendedor callejero de Ariel es otra baja.
Bien, tras la publicidad parece que ha quedado claro que hablaban de los muertos, ahora han salido hablando de eso.
No puedo evitar hacer el seguimiento, ahora se convierte más en reflexiones independientes en tiempo real.
"Eurípides, no me sofocles que te esquilo".
Llega Ignacio Salas a poner orden. "Si esto les está resultando un tanto caótico no olviden que los griegos nos enseñaron que del caos y las tinieblas puede salir la luz y la libertad." "Es normal que nos zurren, y lo entendemos."
Pasamos a ver cómo un pueblo español no ha podido ver la tele en su vida. "Aquí no parece que ningún hidalgo se vuelva tarumba por culpa de los libros." (porque no leen más) No entiendo por qué sale Salas, el presidente de la ATV, para decir esa tontería y nada más.
Ahora comprendo a qué vienen unos cubos de la basura que hay en el escenario desde el principio. Acaban de tirar "una bolsa de intolerancia". Claro, tiene sentido... la tele de lo limpio... qué lástima que siga ahí puesta, por error, supongo, la jabalina de Miguel de la Quadra, ¡al que le auguran muchos años de éxitos!
"En lo básico está la base, y la base de lo básico es la realización"
En los premios de realización, hay nuevamente drops. Juanjo de la Iglesia vuelve a estar con Tonino. ¡Oh!
Paco Begara es posiblemente la persona menos graciosa de este país.
Nuevo éxito del guionista con Constantino Romero: "Como todos ustedes saben, un código es donde se dobla el brácigo." Y Teresa Viejo habla de poner límites a los excesos. Y luego usa mal los silogismos para llamar idiota a Constantino. No sé qué pasa con los vídeos de los nominados, que con el tercero el vídeo siempre falla.
Matías Prats gana como mejor comunicador, y Lorenzo Milá, también nominado, sale a recoger el premio. Igualito a un sketch de Mr. Bean.
Momento revival, Ana García Siñeriz y Máximo Pradera, que se autopresenta como "El tío que estuvo a 'esto' de acabar con Crónicas Marcianas"
Los chistes de la siñeriz me hacen pensar cada vez más que el guionista es el de Splunge.
La Siñeriz medio dice el nombre del ganador, cuando se da cuenta de que no le han dado el sobre.
Momento cumbre de la gala: Sale Ramoncín, hablando de documentales. Cuándo harán uno con lo suyo.
Oh, Españoleitor llega con otro micro malo.
Españoleitor: Adivinanza de animales, por mucho que se suene, el moco le cuelga.
Miriam Díaz Aroca: ¿Las ingles?
Nueva ironía al saco: En una mierda de programa que habla de la buena televisión, gana Al filo de lo imposible.
Miguel Ángel Muñoz casi dice paji... en referencia a masturbar a un cerdo. No me pregunten en qué contexto, pero sí, siguen entregando premios. Carolina Ferré comenta que en el guión pone que tiene que llegar antes. Ante la preocupación de que se vaya a cortar la luz, como ha pasado al inicio de la gala, deciden tirar el guión. La off del pirulo aplaude. Tiran el guión, y premian al guión de Aquí no hay quien viva. ¿Quién dijo metalenguaje? El jefe de los guionistas recoge el premio y habla, ronco de los 4 compañeros que suben con él. 5 personas, 56 episodios en 20 meses. Alucinante. Qué opinará del guionista de la gala.
Luis Roderas da una noticia textualmente positiva: Va a entregar el último premio del día. Y añade, tras referencias del adulterio que ha hecho el pirulo, que los griegos se lo pasaban estupendamente con... sus dioses mitológicos.
Y el último premio de la noche se lo lleva Homozapping. Más autorreferencias, imposible. Corbacho termina diciendo "Han tirado muchas cosas a la basura esta noche, y a título personal, si me lo permiten, yo voy a tirar a la basura esta gala." Eso hasta parece preparado.
No he visto los créditos del final, siento no poder terminar con ellos; porque se lo merecían.
Más tarde me enteré varias cosas. Una, que Victoria Abril iba a cantar en la ceremonia y cuando vio lo mal que iba, se fue. Otra, que el guión de la gala pertenecía a Ignacio Salas, y que era de lo único de lo que "podía" asumir responsabilidad del desastre. Esta ceremonia abrió la moda de los intercambios de ofensas, que luego destacó más con los Goya, entre TVE y los que trabajaban para TVE. Al parecer nadie tenía la culpa, TVE exigía que la próxima vez ellos se encargaran de todo, mientras que Salas decía que todos los errores provenían de TVE. Con Méndez Leite en los Goya era más fácil identificar los fallos concretos. Por ejemplo, él decía que sólo se sentía satisfecho con el trabajo de sus alumnos de la ECAM. Y que los vídeos recopilatorios se habían hecho interminables. El responsable de TVE le contestó que eso no tenía sentido, puesto que los habían hecho sus maravillosos pupilos. Y con el entrelazado al revés, un error gravísimo que tuvieron que corregir a última hora los telecurritos.
Pero la gala de los Goya fue un fracaso vulgar. La de los premios de la Academia de Televisión merece una edición especial en DVD, con la retransmisión completa, entrevistas culpamientos recíprocos, un making of de 10 minutos (lo que debió durar en la realidad) y subtítulos para los sonidos que se colaron, cuando sólo se identificaban claramente las palabrotas.
Es increíble que las cosas salgan mejor en la programación de Año Nuevo, en la que todos están como mínimo borrachos, y lo reconocen sin tapujos.